25 August 2014

PROYECTAR LA VENTANA


La geometría del hueco incide simultáneamente tanto en la variable perceptiva interior – exterior, como en la iluminación de una estancia o la propia solución constructiva de la envolvente. El tradicional hueco vertical, asociado a la construcción de muros portantes, define un umbral espacial y emocional entre la naturaleza exterior y el espacio interior en penumbra; el hueco horizontal propuesto por Le Corbusier durante los primeros años 20, habilita una iluminación homogénea y brillante al tiempo que representa ‘la fachada libre’, el triunfo de la técnica que habilita la independencia entre cerramiento y estructura (1).

La ‘secularización’ del espacio interior propuesta por Le Corbusier es motivo de graves y públicas controversias, como la muy conocida entre el propio arquitecto suizo y el que fuera su maestro en el uso del hormigón, Auguste Perret (2). El intercambio de ataques viscerales tiene lugar en las páginas del Paris Journal durante el mes de diciembre de 1923 (3): mientras Perret defiende la dimensión atávica del hueco llegando incluso a la identificación antropomórfica de la proporción vertical, “A window is a man” (4), Le Corbusier responde con un proyecto paradigmático cuyo único hueco corresponde a una gran ventana horizontal: la Petit Maison a orillas del lago Leman, publicada por primera vez en el propio Paris Journal junto a una caricatura de Perret sentado ante el interminable hueco, evidentemente horizontal, del Palais de Bois. Se podría decir entonces “A window is a land”: la ventana es el hombre versus la ventana es el territorio.

Merece la pena detenerse en esta identificación entre hombre y ventana propuesta por Perret hace ahora casi 100 años. La condición erguida del cuerpo humano, nuestra conquista milenaria de la verticalidad, se reconocería entonces en (al menos) dos elementos arquitectónicos fundamentales: el hueco y la columna, habitantes bien definidos en la arquitectura de ambos maestros (5). ¿Pero acaso la ventana horizontal de la ‘Petit Maison’ no supone la mejor de las compañías? ¿No debería ser la ventana un compañero, un aliado siempre, un confidente del mundo? El proyecto de arquitectura consiste así en la configuración de una imaginaria lista de invitados, la convocatoria de presencias irrenunciables en la celebración del espacio, la luz y la vida. Proyectar una ventana supone siempre elegir a un amigo.

NOTAS

(1) La propuesta del hueco horizontal moderno establece, más allá de cuestiones constructivas, lumínicas o paisajísticas, una profunda alteración de la tradicional cultura del habitar, en el sentido antropológico del término.
(2) Ver Blanca Lleó, “Dos esquinas y una polémica”, Circo 41, 1997.
(3) Ver Bruno Reichlin, “Une petite maison sul lago. La controversia Perret-Le Corbusier”, Lotus Internacional nº60, 1988, p. 58-83.
(4) Auguste Perret. Ibídem, pág. 63.
(5) Si la ventana vertical supone la aparición de un habitante en la obra de Perret, la columna interior (el piloti) supone la asistencia de un compañero silente y perdurable en la obra de Le Corbusier.

Croquis: MADC

2 comments:

  1. Una reflexión interesante. Yo creo que las mejores ventanas, sean verticales u horizontales, deben ser un "lugar-ventana" tal como lo definió Christopher Alexander (http://tinyurl.com/me795b2)
    Saludos y ehorabuena por el excelente blog!
    Iago López

    ReplyDelete
  2. Gracias por el comentario Iago, estoy muy de acuerdo con lo que planteas de la ventana como "lugar", hace tiempo escribíamos sobre la ventana precisamente como "espacio en el espacio", te dejo el enlace esperando sea de tu interés, saludos!!! http://madc-texts.blogspot.com.es/2014/05/espacio-en-el-espacio.html

    ReplyDelete