28 April 2014

DESDE LA DISCRECIÓN


Los ejercicios de intervención sobre el patrimonio fluctúan con frecuencia entre el conservacionismo radical (impulsado desde normativas sobreactuadas y en ocasiones absurdas) y por otro lado, aunque no menos evidente, el exhibicionismo dialéctico entre categorías simplificadas (la posición de contraste heredada desde un posmodernismo disimulado). Tampoco la legislación sobre Patrimonio ha hecho demasiado por resolver esta situación: “más bien todo lo contrario, dada su condición refractaria a la pluralidad inherente a los edificios históricos (en sí mismos palimpsestos), y su muchas veces incongruente afán controlador” (1).

En el proyecto para el Museo Provincial de León en la antigua sede del obispado, Alejandro de la Sota se encuentra con dos elementos protegidos: la fachada y el claustro (2). No respetará ninguno de los dos. En primer lugar combate la práctica infame, aunque inexplicablemente celebrada y extendida por doquier, de conservar la fachada, proponiendo la conservación de toda la crujía exterior para su uso administrativo (3). El claustro toscano interior “casi en ruina” (4), cuya conservación habría supuesto más bien su recreación “ex novo”, es sustituido por una pieza metálica de nueva planta, una caja fuerte que acogerá las obras del museo. Entre ambas construcciones, un nuevo espacio público abierto al margen del horario museográfico, conecta la Catedral con el barrio Húmedo. La renovación del patrimonio supone siempre una oportunidad para la regeneración urbana. Si la norma no lo admite, tal vez la norma se equivoca.

La rehabilitación necesita, ahora más que nunca, de valores culturales (5). En lugar de ejercicios de simple restitución de la edificación, se deben establecer mecanismos que habiliten soluciones de verdadera regeneración, transformaciones serenas que eviten la ruptura o el sobresalto y configuren relaciones de analogía, tratando de encontrar una hibridación armoniosa entre el patrimonio, la ciudad y la contemporaneidad. Víctor López Cotelo habla de saber “vivir con el pasado” (6), no desde una perspectiva conservacionista, sino desde una posición que equipara la ciudad y sus preexistencias con el lenguaje, que se transforma cuidadosamente desde un proceso de regeneración discreta de las palabras. Quizá el lugar posible entre la prudencia y la oportunidad, la reserva y el ingenio, la norma y su excepción, exista únicamente desde la discreción. 

NOTAS

(1) “Modernidad y patrimonio”, J.I. Linazasoro, Arquitectura Viva nº157, noviembre 2013.
(2) Museo Provincial de Bellas Artes, León, 1984.
(3) Sobre la fachada existente se creará una planta nueva, modificando la altura del edificio histórico con el conocido espacio para la cafetería y el mirador sobre la fachada sur de la catedral.
(4) Alejandro de la Sota, Arquitectura nº252, 1985, pág. 56.
(5) Rehabilitar: Habilitar de nuevo o restituir a alguien o algo a su antiguo estado. Diccionario de la Lengua Española, RAE 2001.
(6) Víctor López Cotelo, conferencia “Vacío muy denso”, Instituto Cervantes de Berlín, 4 de mayo de 2010. Publicada en Spanish Architects. ABROAD / Arquitectos Españoles en el Extranjero. Ins Leere Gebaut. Luis Feduchi, Jovis, 2011, págs. 55-74. 

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